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domingo, 26 de febrero de 2012

UNA CIUDAD FOTOGÉNICA Y DE PELÍCULA

Puede que no exista otro lugar en el mundo más fotografiado que Times Square. 


Ni una ciudad tan fotogénica como Nueva York. Le eches lo que le eches, unos novios besándose o la simple imagen de algún elemento urbano.  


La primera impresión de esta ciudad está precisamente asociada al hecho de que no es nueva,  para nadie. Nueva York es de todos gracias al cine y ese perfil  tan fotografíado; es de todos, vivas o no vivas en ella, la conozcas físicamente o estés en la otra punta del mundo. 
  

Esta es la mirada de casi cualquiera que aterrice por primera vez en Manhattan. Es la 42, pero da lo mismo, salgas del metro de Columbus, o de la 34...


No importa donde enfoques, hay magia visual más allá de los rascacielos, o en muchos casos, más acá, en lo cotidiano. 

Habrá quien pague por visitar el Museo de Madame Tussaud, te conmocionará entrar en un restaurante y coincidir con De Niro o Daryl Hanna, ver en Broadway a Gandolfini o Zeta Jones,  pero la verdadera estrella está ahí fuera: la ciudad y su vida en ella.

La cámara de fotos se convierte en una prolongación tuya. No hay nada que no quieras retener. No podrás resistir ser un voyeur.  


Te llevas la foto de la chica sobre los viejos raíles de Meat Packing


Eres el tiro que nunca vio el fotógrafo. 



Todos los días, en Nueva York hay cientos de cámaras enfocando. Rodamos un anuncio en la 5ª Avenida


Desmontamos otro en Broadway

Grabamos un clip musical en el mercadillo de Hell´s Kitchen

                 

Todo tipo de reportajes y eventos


Hasta los cines son parte del álbun de fotos. 


Los iconos del cine te abren la puerta con la mayor naturalidad. 




Millones de fotogramas te han confundido haciéndote sentir, enseguida, como en casa. 


Y entonces, te das cuenta de que tardarías varios blogs en detallar las referencias de cada película y Nueva York. Te ciñes a tus referencias: el VIDEOCLIP con los amigos.



Aunque no puedo evitar extraer este juego de fotogramas del MOMA para terminar con un guiño a una referencia...  el hombre de MAD. Tiene su foto. ¿O no?





domingo, 19 de febrero de 2012

PERROS DE NUEVA YORK. DOGS IN NY

Guau. Soy la loca de mis perros, sí señor.


 Hasta por Skype hemos estado mi Jerry y yo entre Madrid y Nueva York. No digo que hablando, ni entendiendo, pero ahí estábamos en vínculo. 
La columna del New York Times que más fotos recibió en 2009 fue la que Jill Abramson dedicó a la cría de su cachorro.


 Esa columna, con el tiempo se transformó en THE PUPPY DIARIES: RAISING A DOG NAMED SCOUT. Diarios de un cachorro: la cría de un perro llamado Scout. Un par de años después la autora de la columna y el libro es nombrada directora del New York Times, la primera mujer en la historia que dirige la institución. Un largo currículum avala a esta señora, por supuesto, y no la cría de su perrito y sus relatos... o también. Mucha gente tuerce la nariz ante esta faceta de la señora Abramson. Yo la entiendo y la comparto mimando como una loca a mis pugs, Tom y Jerry,




 y leyendo DIARIO DE COCO,  el blog que mi adorada Amelia Alas dedica a este moco de la foto (realizada por Amelia). Ahí está Coco con Elmo el día de la tragedia,  ve al diario y te enteras



Los que somos muy de perros disfrutamos no sólo con los nuestros. En Nueva York se celebra un evento anual en el Madison Square Garden que acapara la atención de miles de personas,  WESTMINSTER KENNEL CLUB DOG SHOW concurso y exhibición de los mejores perros de Norte América. Os presento al ganador. Me lo traería a casa por lo mismo por lo que ha sido el vencedor absoluto en la máxima categoría, por la gracia de sus andares, su interesante cara y, por esa melena de auténtica estrella del rock. Palacegarden Malachy, alias Malaquías, un pequinés con swing de bossa nova


En Nueva York la gente no disimula su adoración por los perros. He visto perros acompañando a su dueño de compras por un gran almacén, en una peluquería... 




                                                                                            


Me costó acostumbrarme pero, finalmente, aplaudí el fashion pets 





Los perros se parecen a los dueños, es fácil adivinar que el propietario de esta criatura es un fanático del baloncesto, Dime cómo viste tu perro y te diré quién eres

Mujer madura, casada, activa, con hijos que viven fuera
de casa, y con nietos.

Y para parecerse aún más las criaturas a las criaturitas, 


el mercado agasaja con un profundo y jondo fondo de armario

Hola, me llamo Guss y soy un gusano

Las boutiques son indescriptibles. Si quieres verdaderas monerías SCARLETT DREAMS COATS Más de barrio te recomiendo la sección de Old Navy, colecciones básicas pero divertidas y a buen precio, en las antípodas de lo que presenta la SEMANA DE LA MODA PARA MASCOTAS, o lo que es lo mismo pero con más glamour, Pet Fashion Week New York  Lo más surrealista 


Uno se mimetiza con lo que tiene cerca, los perros con sus dueños y viceversa, y yo con esa moda neoryokina de hacer de los chuchos alguien en el mundo. Compré collarcito, correa, cazadora sky en Aspen, y ahora estoy en hacerme con las botitas. 


She´s very fashion and so cute! Me glasea la dueña con fruición mientras yo contemplo bizca sus patuquitos pretty "bailarina" de ante rosa. Sí, sí, muy mona. Lástima, no fotografié a la dueña, pero la ves si miras fijamente a la nariz de la perrita durante 10 segundos y después dejas la vista perdida en el techo. 




La moda de mascota es un mundo proceloso que conocen bien los franceses y americanos. Yo creo que una vez que te gastas la pasta que se gastan en vestir a sus perros es lógico que tengan permitido el acceso a casi cualquier recinto, incluído metro y autobús.  Qué menos que poder lucirlos. 

Mira que son simpáticos los americanos, personalmente me caen fantástico: pero eso sí, hay dos cosas que pasan obligatoriamente en un ascensor, que no exista piso número 13 en los botones 



y que la gente no te salude salvo que seas un perro.




Observemos esta crónica visual de una tarde en Central Park. La niñera lleva de la correa a la niña, la mamá lleva de la corre a los perritos, Las cinco, porque seguro que los caninos son femeninos, llevan curiosamente el mismo paso, casi las mismas botitas. Armonía.



Y sensibilidad. La escena se desarrolló ante mis ojos. El grupo era realmente bueno y el perrito decidió que merecía la pena parar a escuchar.


Tal cual. Al dueño le importa un cuerno la banda y el jazz pero comprende el sentir de su perro y, si nos fijamos, su mirada lo dice todo. Saborea el doremí del alma de su mascota. 


 Hay si los perros hablaran...

Este, por ejemplo, no necesita hablar para decirnos quién manda en casa. Papá y papá se han puesto monísimos para pasearle el día de San Patricio frente a la Catedral.







 






Mami, ¿qué quiere decir menopausia?






Joderrrrr como me encuentre con algún colega...


¡¡¡Chicosssss!!!!

Chicosss, chicosss, perritosss, guau guau, ¿dónde están los perritos?


Me noto raro...



                                                Voy a echar un pitillo, ¿pasa algo?

Sí, algo raro, me siguen o algo así...


Para el parque, para el parque...
Para el parque, para el parque...
¿Para dónde? Ah, para el parque 


Siempre él, siempre él y a mí nada.

Pos yo de aquí no me muevo



O SSSEEEEAAAAAA!!!

 
Joderrrr.... el Truñí a las 2 y cuarto, y me ha visto!

 ¡SA!

Amol, amol, cuánta tontería ahora, pos que no se ponga él ese jersey que parecemos primos.  



Los perros de Nueva York son felices, tanto como sus dueños y a pesar de sus dueños, los amos del asfalto. Felices aunque sea con la ayuda del pet-psicólogo, que haberlo haylo. Afortunadamente,  entre tanto ladrillo y rascacielos queda un hueco para los parques exclusivos para perros.  



Y quien no tenga perro y lo quiera o, como era mi caso, le echa de menos, que lo pinte, se haga un skype o se pase por FAO a comprarlo.